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ESPAÑA: EL PSOE EN MODO ANTISISTEMA


FRANCISCO MARHUENDA

LA RAZON


o entiendo muy bien la estrategia del PSOE, que es un partido del sistema, con respecto a la sentencia del TC sobre el estado de alarma. Lo mismo me sucede con la reacción airada de algunos juristas, políticos y medios de comunicación. Esta sobreactuación es tan desmesurada como injusta. No hay duda de que es un tema controvertido, como escribí el otro día, pero resulta irritante constatar, una vez más, que las sentencias solo son buenas cuando complacen los deseos gubernamentales. Habrá que ver si tiene efectos económicos, pero no se cuestiona la necesidad de actuar contra la pandemia sino el instrumento utilizado. Es sorprendente la aparición de expertos jurídicos que no han estudiado Derecho. No es que ser jurista otorgue superioridad, sino que es alguien que opina sobre un tema que conoce, en mayor o menor medida, mientras que el resto lo hace movido por motivaciones partidistas. No las veo entre los miembros del Tribunal Constitucional y me pregunto si los argumentos utilizados serían los mismos si el 6 a 5 hubiera favorecido la posición del gobierno.

La memoria es interesadamente frágil y ahora muchos no recuerdan la gran cantidad de artículos doctrinales que se publicaron cuestionando la aplicación de la medida excepcional. No era una cuestión baladí o un desahogo de juristas ociosos, sino un elemento capital del Estado de Derecho. Desde la República Romana, donde se alcanzó un extraordinario grado de perfeccionamiento del Derecho Público y Privado, hasta nuestros días, la utilización de mecanismos excepcionales es un tema tan estudiado como controvertido. Es verdad que un lego en la materia puede pensar que el fin justifica los medios, pero un jurista tiene que actuar con cautela y ajustarse en su actuación al ordenamiento constitucional y, especialmente, cuando afecta a derechos y libertades. Estoy convencido de que el gobierno actuó con la mejor de las intenciones y no voy a caer en este cansino frentismo de la política española, pero el TC considera, no importa la división de posiciones, que se equivocó. El problema es que lo sigue haciendo al no impulsar unas reformas legales que establezcan instrumentos eficaces. Por tanto, en lugar de criticar al TC y ponerse en plan antisistema, lo que tendría que hacer el PSOE y el gobierno es resolver el problema.

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