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El exilio cubano pide a Biden que reaccione ante la represión del régimen: «¡Despiértate!»


ABC


«¡Biden, despiértate!». Exiliados cubanos llegados de todos los rincones de Estados Unidos protestaron este sábado en Washington contra la dictadura castrista y a favor de una intervención más contundente por parte de la Casa Blanca ante la represión de los manifestantes a favor de la libertad y la democracia en la isla. Gritaban estos cubanos consignas de todo tipo, pero la palabra más repetida era «intervención», que coreaban de forma insistente ante la embajada cubana en Washington, calle arriba de la Casa Blanca.

Al otro lado de la reja, los funcionarios del régimen habían colocado una pancarta en la que se leía «las vidas cubanas importan, fin del bloqueo ya». Para tratar de ahogar los gritos de los manifestantes unos altavoces gigantescos repetían machaconamente canciones propagandísticas, como «Cuba no es Miami» o «Patria o muerte por la vida».

Unas horas antes, al filo del amanecer, empleados de la embajada castrista se apuraban para limpiar una pintada gigantesca en la calzada ante la embajada, en la que se leía «Cuba libre».

Jessica Villareal, a la derecha, con una dama de blanco
Jessica Villareal, a la derecha, con una dama de blanco - D. Alandete

Muy al pesar del presidente Joe Biden, la crisis cubana ha llegado a las puertas de la Casa Blanca, y llama con insistencia. Desde que estallaran las protestas contra el régimen, un grupo de manifestantes con banderas cubanas está apostado ante la residencia presidencial, aun bajo un calor de casi 40 grados y la asfixiante humedad de la capital estadounidense. Biden se fue a pasar el fin de semana a Camp David, pero estos manifestantes se quedaron, pidiendo que haga algo, lo que sea, ante las agresiones de la dictadura.

Misión humanitaria

Al mediodía, Jessica Villareal, de 40 años, llegaba con otras 40 en un autobús desde Nueva Jersey, tras casi cuatro horas de camino. Al ver la embajada, gritó: «Aquí es donde están los asesinos y venimos a decirles en sus propias caras que son unos genocidas, y que es hora de que Cuba sea libre. Es hora de que se vayan». A Biden le pide «una intervención militar humanitaria».

Tanto Villareal como sus compañeros de protesta denunciaban que siempre han oído del Gobierno de EE.UU. que les ayudaría a conseguir la libertad, pero «ahora que el pueblo cubano se está levantando, es hora de que el pueblo estadounidense demuestre lo que ha prometido por tantos años».

El hoy presidente de EE.UU. no es una figura especialmente popular entre estos exiliados. Saben que era número dos del Gobierno de Barack Obama, y que como tal participó de los acuerdos diplomáticos que permitieron aligerar el embargo. La represión, sin embargo, ha ido en aumento.

En sus cuatro años en el cargo, Donald Trump endureció las sanciones y ha dificultado el envío de dinero y los viajes a la isla. Para estos cubanos, la mayoría nacionalizados, Trump es un héroe. Esta opinión explica en parte su victoria en Florida en las pasadas elecciones.

De momento, la respuesta de Biden ha sido retórica. Ha condenado al régimen castrista, y poco más. Su gobierno estudia facilitar las remesas, para aliviar la miseria del pueblo, y mantener la conexión a internet si el régimen la corta. Para estos manifestantes eso es poco.

Alejandro Cervantes, durante la manifestación en Washington
Alejandro Cervantes, durante la manifestación en Washington - D. A.

«Necesitamos un apoyo fuerte. Esta es una dictadura que asfixia, que mata. Que nadie se deje engañar. Nosotros somos sus víctimas», decía megáfono en mano Alejandro Cervantes, de 30 años, que había venido conduciendo de Tennesee, más de seis horas de camino. Se exilió a los 18, vivió en España, y hoy le agradece a EE.UU. que le haya dado una oportunidad de tener una nueva vida. «Eso es lo que merecen nuestros hermanos en la isla. Que se entere Biden».

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